Por David Gómez. Cuándo el 2 de Octubre de 2009, en Copenhague, el COI anunció a Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, un ya veterano jugador de vóley playa (35 años), y reciente bronce olímpico, decidió buscar la pócima secreta: el elixir de juventud. Emanuel Rego, tras subir al pódium en Beijing con su coetáneo Ricardo Alex Costa, empezó a beber de la ambrosía asociándose con Alison Cerutti, 12 años más joven. La fórmula funcionó hasta pelear la final olímpica de Londres dónde una pareja alemana (Brinck/Reckermann) les arrebataba el oro en un último set agónico.
Pero diferentes cambios de parejas por parte de la dirección técnica de Brasil de cara a sus Juegos rompían el elixir y hacían peligrar el sueño de Emanuel, al romper con Alison, de retirarse con un oro olímpico en su país. Su compañero en Beijing salía al rescate, en agosto de 2014, y formaban la “pareja de los cuarentones” con el objetivo de lograr una de las 2 plazas de la delegación carioca. Juntarse después del resto de parejas brasileñas dificultaba que pudieran obtener la plaza vía ranking, por lo que se jugaban su bonito sueño a una sola carta: ganar el Mundial. Y aunque la fe y la ilusión mueven montañas, su sueño se apagaba, en La Haya, en dieciseisavos de final, contrayendo así el vóley playa una deuda histórica con Don Emanuel Rego.
Presentada y conocida la gran ausencia en Río, queda hablar de los que sí estarán. Con los campeones olímpicos retirados, sin duda, se presenta una gran batalla ente 2 parejas. El excompañero de Emanuel, Alison Cerutti, junto a su nuevo compañero, Bruno Oscar Schmidt, no cedieron ni un solo set en su paseo triunfal por los Países Bajos, en un año en el que, además de ser campeones mundiales, ganaron el World Tour Finals y los Grand Slam de Olstzyn y Long Beach. Pero es que enfrente tendrán a una de las parejas más laureadas del circuito, los neerlandeses Nummerdor/Varenhorst, a los que solo les falta un metal en sus pobladas vitrinas (actuales plata mundial, bronce olímpico y bronce europeo).
Para tratar de evitar esta hipotética final, hay un buen ramillete de parejas empezando por los otros brasileños, Evandro Oliveira y Pedro Solberg, que parten como segundos del ranking y son bronce mundialista aunque sin experiencia olímpica, y los letones Samoilovs/Smedins, recientes campeones de Europa. Brouwer/Meeuwsen, Gibb/Patterson, Ranghieri/Carambula e incluso los españoles Adrián Gavira y Pablo Herrera formarían el último vagón con ligeras opciones de poder dar un disgusto a los favoritos.
Emanuel solo podrá verlo desde la grada aunque su sitio estaba en la arena de una Copacabana que pondrá el espectáculo más animado de todos los Juegos.
APUESTA PASAPORTE: Nummerdor/Varenhorst (oro), Alison/Bruno Schmidt (plata), Gibb/Patterson (bronce)
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