Por Ángel Vázquez. Sólo Charles Vinci (EUA, 1956-1960) y el turco Halil Mutlu (1996 en 54Kg, 2000-2004 en 56Kg) han logrado revalidar el título olímpico en un el más bajo de los pesos que la Halterofilia ofrece en los Juegos. En Río, el norcoreano Om Yun-Chol –oro en Londres- será el único, salvo inclusión final del jovencísimo (25) chino, oro en Pekín con 17 años, Long Qingquan, una inclusión complicada habida cuenta de su naufragio en el Mundial de Houston 2015 y de la plata de su compatriota Jingbiao Wu.

Houston volvió a poner de manifiesto la progresión imparable del norcoreano y del chino Wu, oro y plata respectivamente en Londres. Lo hizo, hasta tal punto, que el primero levantaba 171Kg en los dos tiempos, estableciendo un nuevo récord del Mundo, y que el segundo hacía lo propio en arrancada con un total de 139Kg. Al final, oro decidido por menor peso corporal del coreano  a igualdad de kilos (302) y tercer mundial para un Om que intentará volver a amargarle la fiesta a Wu en Río, un Wu que tras presentarse en Londres con el cartel de gran favorito y el oro en el Mundial de 2011, no hacía sino pedir perdón a los chinos “por avergonzar a la patria” por no haberse llevado el oro.

Visto lo visto, el oro estará por encima de los 300 kilos, al igual que será inevitable superar los 130 en arrancada y los 155 en dos tiempos para optar a unas medallas que se encontrarán más allá de los 280 kilos en el dos tiempos. Así y al margen de los dos grandes favoritos, tan solo el kazajo Chontey, el vietnamita Kim Tuan Thach y el filipino Néstor Colonia parecen estar en la guerra.

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