Ana Pérez y Joel Plata, finalistas en un mundial un tanto gris.
Álex Francisco Fernández. Muchas eran las miradas puestas en el equipo español de gimnasia artística desplazado a Montreal, tanto masculino, compuesto por Néstor Abad, Rubén López, Joel Plata y Alberto Tallón, como femenino, compuesto por Ana Pérez, Claudia Colom, Cintia Rodríguez y Nora Fernández.
Tras la baja de Ray Zapata, las aspiraciones de una posible final y el acceso a las medallas, se “esfumaban”. Este mundial servía al equipo español como primer paso hacia Tokyo 2020, con un equipo masculino con gimnastas jóvenes como Joel Plata y que tendrá que ir combinando la veteranía de los ya consolidados, Abad, López y Tallón, con nuevos valores como el prometedor Nicolau Mir u Oriol Salguero.
En cuanto al femenino, el año postolímpico servía a Ana Pérez para seguir creciendo en cuanto a dificultad y ejecución, y a Cintia Rodríguez para consolidarse como una de las líderes del equipo, aportando experiencia y una enorme pasión por el deporte. En cuanto a Claudia y a Nora, les serviría para coger experiencia, en un año en el que Claudia ha tenido muchos problemas físicos, que le han impedido rendir bien, siendo una de las gimnastas que tendremos que cuidar, ya que en buena forma, puede aportar mucho al equipo. A las citadas mundialistas habrá que sumar a Paula Raya, cada vez más regular en sus ejercicios, y a Roxana Popa, a la cual hemos echado en falta en los tapices, y sin la cual la clasificación del equipo para los Juegos de Tokyo es prácticamente imposible.
Teniendo en cuenta todo esto, el equipo español llegaba a la cita canadiense con el objetivo de realizar el mejor papel posible, planteándose como las pruebas con más opciones, las finales individuales, en las que intentarían entrar Ana Pérez, Cintia Rodríguez, Rubén López y Joel Plata.
La competición se abría con la competición masculina, en la que finalmente, solo Joel Plata conseguiría el pase a la final individual al hacerse con la última plaza. En lo referente a sus ejercicios en las clasificatorias, el joven gimnasta del Sant Boi realizó una buena competición en suelo y salto, metiendo ejercicios con bastante dificultad. En paralelas a pesar de no tener la dificultad de otros gimnastas, Joel realizaba un ejercicio muy bueno, que conseguía llegar al ocho con cinco en ejecución. La parte más floja de su competición vendría en anillas, donde a pesar de realizar un buen ejercicio, todavía tiene que meter bastante dificultad, barra, donde tenía algunos errores, y sobre todo, caballo con arcos, donde sufría alguna caída, siendo este un aparato en el que España va a tener que mejorar mucho si quiere estar como equipo en los Juegos.
Ya en la final, el gimnasta español que ya había “cumplido” al meterse en la final, realizaba una competición con continuos altibajos. En suelo realizaba un buen ejercicio, similar a las clasificatorias, en salto realizaba una paloma, mortal cuerpo extendido con pirueta y media, salto que se le quedaba un poco bajo, y algo carpado en el segundo vuelo. En anillas mejoraba con respecto a las clasificatorias, realizando un buen ejercicio, aunque las décimas ganadas en este aparato, se “perdían” en paralelas, donde a pesar de realizar un correcto ejercicio, el catalán “tiene” dentro mucho más. Ya en caballo con arcos y barra llegaban los puntos negativos de su competición, cometiendo muchos errores que hacían terminar al gimnasta español en última posición.
Otro de los gimnastas que competía en los seis aparatos era Rubén López, que vería “mermada” su competición por un infortunio en barra, aparato en el que sufría una fuerte caída, llevándose un importante golpe en la cara, teniendo que ser atendido por los equipos médicos. Lamentablemente, el gimnasta olímpico en Londres, no continuaba en competición. Quienes sí realizaban su competición eran Néstor Abad y Alberto Tallón. Néstor, todavía no recuperado del todo de la lesión sufrida en esta temporada, competía en barra, paralelas y suelo, mientras Alberto, finalista europeo en 2015, competía en anillas y caballo con arcos. Néstor realizaba un buen ejercicio de suelo, con algunos errores en las recepciones de sus diagonales, pero sin ningún fallo excesivamente grave. Ya en barra y paralelas, no tenía una buena competición, fallando estrepitosamente en paralelas, y realizando un mal ejercicio en barra, su mejor aparato, aparato en el que tiene un potente ejercicio que de haberlo realizado bien, no hubiese estado muy lejos de la final. Tallón competía muy buen en anillas, rozando los 14 puntos, mientras que fallaba en caballo con arcos.
Ya en la competición femenina, el peso de nuestro equipo “caía” sobre Ana Pérez y Cintia Rodríguez, ambas en busca de la final individual. Ana lo conseguía, realizando una buena competición, cometiendo un único error importante en paralelas, donde “sentaba” el doble en plancha con pirueta. En el resto de aparatos se mostraba muy correcta, con un “Yurchenko” con doble pirueta con un paso atrás, una barra bastante buena, que a punto estuvo de meterse en la final, y un ejercicio de suelo con buenas diagonales cuya diagonal “estrella” sería el tempo-tempo a doble mortal encogido con pirueta.
Ya en la final, Ana no tenía su mejor competición, fallando en salto, donde merced a un mal impulso en el caballo, aterrizaba el “Yurchenko” con doble pirueta muy bajo, apoyando finalmente las manos, y en barra, donde sufría una caída en la serie de zancada con cambio, a zancada con cambio con medio giro, directa a un mortal atrás encogido. En el resto de su competición, buenos ejercicios en asimétricas, donde hoy sí le “salían” las cosas, y en suelo, donde realizaba un bonito tempo-tempo a doble mortal encogido con pirueta, con un paso atrás, un mortal en plancha, en combinación con un doble en carpa, una doble pirueta, y un doble en carpa de salida con un paso atrás. Tercer mundial para la gimnasta sevillana, que está cada vez más “acomodada” en la élite internacional.
Por su parte, Cintia Rodríguez se quedaba fuera de la final tras no tener su mejor competición. Empezaba en salto, donde realizaba un “sencillo” salto, un “Yurchenko” en plancha. En asimétricas, aparato en el que prepara un nuevo elemento (un “Ray” con pirueta) que finalmente no debutaba, sufría una caída en una suelta, el “Geinger”, terminando el ejercicio muy cabreada consigo misma. En barra realizaba un buen ejercicio, con buena amplitud en las series de saltos, y con tan solo un desequilibrio en la rueda sin manos, y un paso atrás en la doble pirueta de salida. En suelo realizaba su mejor ejercicio, con una coreografía excepcional, teniendo como únicos fallos, solo unos pasos en las recepciones de alguna de sus diagonales.
En lo referente a Claudia Colom y a Nora Fernández, mala competición de ambas, que a buen seguro serán dos de las gimnastas más importantes para nuestra selección a lo largo del ciclo olímpico. Claudia competía en asimétricas, donde tenía varios errores, tanto en la posición de las piernas (especialmente en el “Bhardwaj”, o la conexión de “Maloney” a “Geinger”), como en vuelta carpada con medio giro, seguida de un molino invertido, donde tocaba la barra con los pies, y se bajaba de la barra. Finalmente, tendría otra caída en el doble en plancha de salida. En tanto, Nora realizaba un mal ejercicio en barra, teniendo una caída en el mortal lateral, tras realizar una excelente rondada a plancha de entrada en la barra, o la serie acrobática de “flic-flacs” a plancha. Después, tendría otra caída en uno de los saltos gimnásticos, para acabar con un doble en carpa de salida. Ya en suelo, competía un mejor ejercicio, con buena coreografía, pero con baja dificultad respecto a las gimnastas que aspiraban a entrar en la final.
En lo que al resto de la competición respecta, un mundial marcado por las lesiones de gimnastas como Uchimura, Iordache, Smith o Andrade, las caídas, o los problemas con el equipamiento, que la organización tuvo que reparar (el tapiz de suelo). Aprovechando las ausencias, Morgan Hurd se hacía con el título en la individual (además de la plata en barra), seguida de la local Ellie Black, y Elena Eremina, plata también en asimétricas. En la categoría masculina, dominio chino, con Xiao Ruoteng oro, y Lin Chaopan plata, siendo el bronce para un gran Kenzo Shirai, que sería el gran nombre del mundial, al conseguir el oro en salto y suelo. En la competición por aparatos, revalidaban el título María Paseka y Fan Yilin, en salto y asimétricas respectivamente, mientras que Mai Murakami, redimiéndose del cuarto puesto de la individual, y una excelente Pauline Schaeffer, que era la única que superaba el ocho en ejecución, hacían lo propio en suelo y barra.
En los aparatos de categoría masculina, victoria incontestable de Max Whitlock en caballo con arcos, de Zou Jiangyuan en paralelas, que acababa con el dominio de Verniaiev, Elefhterios Petrounias en anillas, y de un sorprendente Tin Srbic en barra. Mundial extraño que veía como Uchimura, lesionado en las clasificatorias, no era capaz de competir por el que sería su séptimo oro mundial, Larisa Iordache, que estaba en la mejor forma de su vida, se lesionaba antes de las clasificatorias, al igual que Ragan Smith, campeona estadounidense, que sufría una lesión antes de empezar la final. Además, Yang Hak Seon, campeón olímpico en salto en 2012, caía lesionado tras liderar las clasificatorias en el aparato, Sanne Wevers, campeona en Río en barra, se quedaba fuera de la final al olvidarse de uno de los requisitos obligatorios en su ejercicio, Catalina Ponor tenía una mala competición, quedándose fuera de las finales, siendo una de las favoritas en barra, Verniaiev realizaba una mala competición, quedándose fuera de las medallas, al igual que Manrique Larduet, que lideraba las clasificatorias. Mundial deslucido por todos estos incidentes, en el día que Catalina Ponor anunciaba su retirada de la gimnasia, tras conseguir cinco medallas olímpicas, y otras tantas medallas mundiales y europeas, siendo una de las mejores gimnastas de la historia en suelo, pero sobre todo en barra, aparato en el que aportó una forma distinta y elegante de “trabajarla”.
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