Falta no más de un año para la gran cita surcoreana y los mejores velocistas sobre el patín de hielo en circuito largo se dieron cita este pasado fin de semana en la localidad asiática de Gangneung con motivo de una nueva edición del Mundial de la especialidad. [RESULTADOS]
Entre ellos, cual cíclope de un solo ojo y obsesión, el gran Sven Kramer (30), ínclito neerlandés de metal dorado que lograba auparse, como en sus mejores tiempos, sino fueran estos, con dos nuevas preseas de oro y una de bronce en las largas distancias, las primeras, y en el 1500 la última. Magistral, sin duda, el devenir de Kramer en Corea, ni más ni menos que como en el resto de su vida deportiva. 19 oros mundiales lo contemplan, dibujando, de forma indiscutible a su alrededor, la aureola de invencible. Merecida consideración; no hay duda.
El gran neerlandés se subió a lo más alto del pódium, como decíamos, en sus dos distancias favoritas, las largas del 10.000 y el 5.000, todo ello con su gran rival y compatriota Jorrit Bergsma (31) en el segundo de los cajones a escasa pero suficiente diferencia de Sven. El neocelandés Peter Michael en los 5000m y el germano Patrick Beckert en los 10.000 acompañaron a la dupla neerlandesa en el pódium con el bronce.
Las medias distancias fueron territorio de Kjeld Nuis, otro neerlandés que reina con holgura y mano dura un poder por el que también luchan el canadiense Vincent de Haitre y el orange Kal Verbij en el 1000m, y el ruso Yustov y nuevamente Kramer en el 1500. Ellos se llevaron las medallas y los honores de ser los mejores en el Mundial asiático.
El dominio del pequeño estado neerlandés en el patinaje de velocidad masculino se saldó con la sexta medalla de oro, obra de Jam Smeekens por delante de Nico Ihle (ALE) y el ruso Ruslan Murashov, tridente que copó los tres primeros puestos en el pódium de los 500.
Con un 6 de 6 en las estadísticas de la velocidad masculina, la nota discordante que las rompía corría a manos de un enorme Joey Mantia, estadounidense que daba toda una lección en la salida en masa del Mundial con una victoria amplia y arrolladora. Nada pudo hacer el galo Alexis Contin, superado por el americano a falta de dos pruebas en una competición dura donde el canadiense Olivier Jean consiguió erigirse hasta la tercera posición final.
Balance final con claro gusto orange y un total de seis oros de siete posibles si sumamos el oro conseguido en la prueba de relevos por delante de Nueva Zelanda y Noruega, plata y bronce respectivamente. O, dicho de otra forma, quizás hasta más esclarecedora, 10 medallas de 19 posibles en el cómputo final. Ahí es nada.
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