JJOO Amsterdam 1928: Final fútbol, Argentina-Uruguay (10 y 13 de junio de 1928).  En un torneo donde, atendiendo a la Carta Olímpica, se prohibía que pudieran jugar los profesionales, hubo muchos países que solo enviaron amateurs, España entre ellos, y otros, la mayoría, que enviaron profesionales encubiertos.

De ese modo se presentaron en la final los dos equipos sudamericanos considerados, con permiso de los británicos, los mejores del mundo. Fue una maratoniana final que duró 210 minutos. El primer partido acabó con empate a uno tras la prórroga, con goles de Petrone para Uruguay y de Ferreira  para Argentina. El desempate se jugó a los tres días y ahí se impuso Uruguay por 2-1 con goles de Figueroa y Scarone para los uruguayos y de Monti para los argentinos. Imprescindible conocer el ramillete de estrellas en ambos conjuntos, con presencias como Scarone, Nasazzi, Cea, Petrone, Andrade por parte uruguaya, y de Ferreira, Tarasconi, Orsi o Monti por por parte argentina.

Fue de tal magnitud el escándalo, que al año siguiente a la FIFA le sirvió de excusa para organizar la que sería la primera Copa del Mundo (1930). En ese campeonato disputado en Uruguay se volvieron a enfrentar Uruguay y Argentina en la final con nueva victoria uruguaya. Desde ese partido la importancia del fútbol en los JJOO cambió para siempre. En Los Ángeles 1932 no hubo fútbol y en Juegos posteriores solo fueron admitidos los equipos amateurs, mientras en la Copa del Mundo iban los profesionales. Cësar Berbegal

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