La esgrima española naufraga en Praga y no estará en los Juegos
- Alejandra Cisneros cae por la mínima en el T16 con la polaca Renata Knapik-Miazga
- Tras una poule impecable Araceli Navarro se vio sorprendida en cuartos por la georgiana Teodora Kakhiani
- Carlos Llavador no pudo hacer nada con el austriaco Pranz en su único duelo del Preolímpico
Triste fin de semana para la esgrima española, que ha visto como por segunda vez consecutiva no tendrá representación olímpica. Se llegaba a Praga con la intención de evitar el fracaso de Londres, pero lo único que se ha conseguido es volver a quedarse fuera de los Juegos tras una competición en la que nuestros representantes no han rendido a su nivel, con la excepción de los espadachines.
Centrándonos ya en el día de hoy, la primera en saltar a pista era Alejandra Cisneros, que cumplía en las poules con 4 victorias por 2 derrotas. Esto le otorgaba el cartel de sexta favorita en el tablón final, pero allí tuvo la mala fortuna de medirse en octavos a la polaca Renata Knapik-Miazga, 34ª de la clasificación mundial, que derrotaba a la madrileña por 15-14, a pesar de ser Cisneros la que llevó el mando en el primer asalto, logrando rentas de incluso 4 tocados.
A continuación le tocaba al turno al sable femenino, personificado en Araceli Navarro. La olímpica en Pekín 2008 realizaba una poule impecable con pleno de victorias y dejando muy buenas sensaciones, siendo la mejor de esta fase inicial y quedando exenta del tablón de 16. Su debut se produjo en los cuartos, donde midió sus fuerzas con la georgiana Teodora Kakhiani, una rival a priori inferior a la que empezó ganando por 0-3. Sin embargo, tras ese buen inicio la madrileña se mostró algo menos agresiva, y al final acabó sucumbiendo por un inesperado 11-15.
Por tanto, la última esperanza española era el hombre que mejor ciclo olímpico había hecho, Carlos Llavador. El floretista llegaba a Praga como el favorito número 1, lo que le permitía estar exento de participar en las poules y en los octavos de final. Al igual que Araceli comenzaba en el tablón de 8, y lo hacía frente al austriaco Rene Pranz, quinto cabeza de serie. El austriaco, que había sucumbido las 3 veces anteriores que se había enfrentado a Llavador, empezó perdiendo por 0-4, pero al igual que pasó con el sable femenino el combate cambió de manera radical, y al final el marcador fue favorable al vienés por 8-15.
Viendo los resultados de este Preolímpico es el momento de hacer autocrítica, analizar qué ha fallado y empezar a pensar cómo solucionarlo para poder volver a unos Juegos Olímpicos. ¡Quedan 4 años para Tokio 2020!
2 Comentarios »
Deja un comentario!
Cómo cuesta escribir cuando no salen las cosas como uno imagina previamente. Ilusión y mucho trabajo. Gracias y enhorabuena por el seguimiento del Preolímpico. Impagable.
Se puede decir críticamente que la lucha española por las plazas olímpicas de esgrima fue un fracaso, y rematarlo diciendo que es doble el fracaso si se suma el del ciclo olímpico anterior. Pero lo cierto es que más que fracaso, esta última competición, el Preolímpico de 2016, nos ha demostrado a todos, tanto a los pasaportistas aficionados a plazas como a los seguidores del deporte español, que la esgrima en nuestro país es un deporte minoritario, sin ambición ni proyección reales. Es, por decirlo de una manera basta, uno de los patitos feos del deporte nacional. Así que no es de asombrarse, o entristecerse, de que no ondee nuestra bandera en el paballón de esgrima en Río, como no lo hizo en Londres.
Y sí, habrá quien mencione la medalla de bronce conseguida en Pekín, pero es ciertamente más el resultado de una constelación de suertes, cruces y chispazos puntuales, que de un trabajo bien labrado y constante. José Luis Abajo, el ganador de esta proeza, solo pudo conseguir en su trayectoria un bronce individual en un Mundial (en 2009), última medalla española en los Mundiales. Competición en la que ESP solo ha conseguido 9 medallas (2 oros) muy dispersas en el tiempo y con pocos deportistas repetidores de podio. En los Europeos, algo muy parecido: 8 medallas (2 oros) con la misma caracterización.
Es una pena por los chic@s que llevan cuatro años dedicados a esto, anhelando estar en los JJ. OO., quedarse a las puertas del sueño, pero hay que ser realistas y saber que el nivel general no da para más. Que sin constancia, sino con brotes esporádicos de nivel, no se adquiere el pulso, la experiencia para ganar los puntos suficientes en el limitado »ranking», ni en los momentos decisivos. No quiero ser pesimista, pero tampoco optimista, simplemente realista: la esgrima en España se mantendrá igual, con brotes esporádicos y pocos éxitos internacionales, y me temo que por mucho tiempo.