·La España de Gabi Hernández se hunde tras un primer parcial favorable de 3-0 y cede ante los Países Bajos en un extraño partido

·Mañana, ante Alemania, la masculina española debe cambiar el rumbo para empezar a navegar a favor de la corriente

Ángel Vázquez, @PasaporteJJOO

Nada hacía presagiar a priori y mucho menos mediado el primer cuarto, cuando España dominaba el marcador con un tranquilo 3-0 con goles de Marc Minguel, Blai Mallarach y Alberto Munárriz, que el partido iba a tomar un nuevo rumbo con horizonte en la derrota. Nada ni nadie, porque aunque la España que se divisaba no era la mejor España, tampoco los Países Bajos daban sensación de peligro alguno. El preolímpico de Trieste, donde los cuatro primeros equipos sellarán el pasaporte olímpico, presentaba sus primeros minutos y España, con él, su candidatura.

Sin embargo, en poco más de medio minuto España desaparecía de la piscina triestina, y los Países Bajos se daban alas al recortar a falta de 34″ primero (3-1) y en una jugada en menos de cuatro segundos (3-2) para cerrar un primer cuarto sorprendente por su final inesperado.

Los rivales parecían haber estado inoporentas durante siete minutos y medio y, a pesar de ello, en 30 segundos mágicos los neerlandeses se habían vuelto a meter en el partido y no acabaría ahí ya que,  a 4.08 para el descanso, el equipo neerlandés empataba el partido para, un minuto después, avanzarse en el marcador merced a un gol en cotraataque de Reuten. España no atinaba ni acertaba en nada, ni en defensa ni en ataque y Albert Español fallaba un penalti, a falta de 1.44, que hubiera llevado el empate al descanso. No fue así y los Países Bajos se iban al «intermedio» con 3-4 a su favor.

Tras nueve minutos sin marcar, los neerlandeses seguían en racha con un gol de penalti a falta de 4.40 y otro de un lanzamiento a 1.29 para el descanso. Los Países Bajos, aquellos que salieron escaldados en el Europeo por una España que les derrotó por un contundente 15-4, se presentaban en el inicio del último cuarto con un 3-6 a favor. Vivir para ver. España llevaba sin marcar dos cuartos (16 minutos) y un minuto más del primero tras el último gol de Munárriz.

Guillermo Molina encendía la llama de la esperanza tan pronto se inició el último cuarto (4-6) pero fue un espejismo. La remontada fue imposible y tras un nuevo gol neerlandés y uno último español, la primera jornada del preolímpico se cerraba con un 5-7 inesperado.

Mañana lunes a eso de las 15:10 España debería redimir sus pecados de inicio, más que por la victoria en sí, por no tener que sufrir en exceso en un duelo de cuartos que es el partido clave para derimir la presencia española en Río. Veremos a ver.