Previa del Open de Primavera de Natación: Análisis estilo libre
ESTILO LIBRE FEMENINO
El estilo libre femenino llega al Open de Primavera con sus principales armas en forma para conseguir un buen puñado de plazas para los Juegos. El dúo Melani-Mireia vuelve a ser dominante del crol, pero junto a ellas un buen puñado de jóvenes intentarán darle réplica y poner en apuros a nuestras dos medallistas mundiales, entre ellas se inscrusta la reaparecida Patricia Castro que opta a dar alguna sorpresa positiva.
La velocidad del estilo libre tanto en los 50 como en los 100 metros prácticamente solo tienen el interés de ver hasta dónde llega la mejora de la extremeña Fátima Gallardo. De su recuperación física y evolución dependen en buena parte el nivel de los tres relevos.
Aumentando el metraje llegamos a los 200 libres y por tanto entramos en territorio Melani. La balear da la sensación que llega en un buen momento tras un invierno pleno de trabajo y donde ya ha nadado en 1.58’57’’. Todo parece dispuesto para que Melani rebaje esa marca y consiga meterse en los que serían sus terceros Juegos Olímpicos. En ese caso, Melani podría viajar acompañada, y es que la estudiante Patricia Castro parece dispuesta a confirmar lo que anunció hace un par de años, que el 2016 sería su regreso a lo más alto de la natación y Río era su objetivo a largo plazo. Su temporada americana lo corrobora con la catarata de mejores marcas personales.
Los 400 libres es una prueba destinada a otorgar dos mínimas olímpicas y ofrecer dentro de la pisicina uno de los más bonitos duelos, a priori, del Campeonato, y es que tanto Mireia Belmonte como Melani Costa, además de no divisar rival alguna en el horizonte, deberían sobradamente doblegar el registro mínimo planteado. Mireia ha nadado ya dos veces por debajo de la mínima y opta a subir en el escalafón mundial del año. Por su parte, Melani juega con la baza siempre segura de conocimiento de la distancia y de saber llegar en óptima forma cuando es necesario. Por todo ello deberían surgir necesariamente dos mínimas olímpicas.
Culminando el fondo llegamos a la distancia de los 800 metros donde Mireia Belmonte, que ya ha nadado esta temporada tres veces por debajo de la mínima, no debería tener problemas en refrendarla además de darle un bocado importante a su registro de la temporada en esta prueba donde defiende su plata olímpica londinense. Detrás de ella la situación se complica, primero por la ausencia de Beatriz Gómez que ha sido nuestra segunda bala en la prueba en los últimos tiempos, pero la gallega muy baja de forma todo el invierno ha preferido reservarse para los pruebas de estilos, dejando una plaza abierta para la lucha entre Melani Costa y María Vilas. La balear siempre es un valor seguro y como en el caso de los 200 y 400 tiene muchas opciones de nadar en tiempos de Juegos. María Vilas, por su parte y tras la decepción de las aguas abiertas, se juega en la distancia prácticamente su última carta para llegar hasta Río. Hace unos días en Marsella empeoró diez segundos su registró del año, lo que la sitúan de cara a la competición como una notable incógnita. Detrás de ellas un buen puñado de jóvenes intentarán demostrar que la distancia tiene mucho porvenir, hablamos entre otras de Marina Castro, Andrea Galisteo, Ariadna Escribano, Paula Ruiz, Esther Huete o la menos joven de todas, Jimena Pérez.
Apuestas de mínimas: Melani Costa (200, 400 y 800 libres), Patricia Castro (200 libres), Mireia Belmonte (400 y 800 libres) y María Vilas (800 libres).
EL LIBRE MASCULINO
La natación masculina española, por fin, da signos de vida más allá de los dos o tres nombres que han ido sosteniendo ese sector en los últimos años, y el estilo libre es punta de lanza en ello. Así, varios de nuestros libristas han marcado las mínimas olímpicas como objetivo, complicado pero objetivo por el que se puede luchar. A ello hay que sumar el acicate de la clasificación olímpica de nuestro relevo largo en el último Mundial, lo que ha abierto una ventana más a los nuestros.
Comenzando por la velocidad, el principal nombre es el de Markel Alberdi, el año pasado arañó centésimas a su Récord Nacional y en éste debería arañar alguna más para convertirse en el primer español que rompe el muro de los 49 segundos en piscina de 50 en la prueba reina de los 100 libres. Rivales en la pugna no le faltarán, como los siempre imprevisibles hermanos Ortiz-Cañavate, Aitor Martínez o Oskitz Aguilar, bonito reto que esperamos que tenga final feliz para el eibarrés.
Subiendo en la distancia se llega hasta los 200 libres, donde se mezcla por un lado la dificultad de la mínima (1.47’68’’) con la ilusión generalizada de conseguir un puesto olímpico en el relevo largo. La temporada por el momento dicta que el hombre más en forma es Víctor Martín, muy enchufado en todo el invierno, también dicta que la mejor marca del año pertenece a Albert Puig con 1.49’25’’, que Miguel Durán sigue siendo el favorito y que a pesar que esta temporada parece más centrado en el fondo opta a romper el muro de 1.48’, y que hombres como Eduardo Solaeche, Marc Sánchez o un renovado Joan Casanovas buscarán sorprender con una plaza al menos entre los cuatro primeros, mismo objetivo que los jóvenes César Castro o Marc Vivas que optan a mejorar, y dependiendo de hasta donde, entrar en podio.
Si dura es la mínima de los 200 libres casi igual resultará la de 400, aunque en este caso parece más accesible para Durán. El extremeño parece haber trabajado el fondo y junto a la lógica evolución por clase y juventud debería, si nada falla, romper con claridad su registro personal y con ello la mínima olímpica, a la que opta Marc Sánchez de manera menos declarada pero no carente de opciones. Junto a ellos habrá que seguir al joven Joan Casanovas que ya apuntó muchas maneras este invierno en piscina corta, y que pese a que su temporada en larga hasta el momento ha sido casi inexistente puede ser una de las agradables sorpresas de este Open en el que nada en casa.
Si la velocidad iniciaba la serie del estilo libre, el fondo la cierra con la prueba de los 1500 libres y con él toca hablar de Marc Sánchez. El fondista balear parece en gran forma y ya ha nadado este invierno dos veces por debajo de 15.15′. La mejora que se le pide para llegar a Río es de unos tres segundos respecto a la marca del año y algo más de un segundo respecto a su mejor registro de siempre. Marc es un trabajador estajanovista y algún día probablemente le salga la marca que lleva dentro en esta prueba de gran fondo; si ello sucediera en Sabadell, cubriría varios objetivos de un golpe. A la espalda de Marc probablemente se sitúe César Castro, el joven nadador extremeño ya nadó el mes pasado en 15.17’ y aunque el salto hasta la mínima de Río parece kilométrico si la medición es en segundos, su capacidad de progresión es asombrosa y habrá que seguirlo bien de cerca para ver su evolución.
Apuestas de mínimas: Miguel Durán (400 libres) y Marc Sánchez (1500 libres).
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