·Los de Gabi Hernández se gustan y dominan a una Montenegro que volteó un marcador de dos goles en contra en el último minuto

·Sensacional actuación de Daniel López Pinedo en la portería española

·Con tres puntos en dos encuentros disputados, España y Montenegro encabezan la clasificación provisional en un grupo donde la diferencia de goles decidirá la primera posición

Ángel Vázquez, @PasaporteJJOO

Se gustan. Pueden y tienen capacidad para hacer algo grande y lo saben o, al menos, están empezando a darse cuenta. Con un sublime Daniel López Pinedo bajo los palos y un innato competidor dirigiendo el banco, el siete español se muestra más cohesionado que nunca, ofreciendo una versión que hacía mucho tiempo no se veía en el seno de la selección española de waterpolo masculino.

Montenegro, el gran rival de los españoles en esta primera fase de grupos, saltaba a la piscina serbia encajando en menos de medio minuto un primer gol de Albert Español tras un magistral lanzamiento que entraba por la escuadra izquierda del portero montenegrino. De esa guisa, con las intenciones claras desde el primer instante, el partido navegaría en la igualdad durante estos primeros ocho minutos, con empates y ventajas mínimas españolas que cerrarían el primer cuarto con un empate a tres tras los goles de Español (2) y Guillermo Molina (1).

La efectividad goleadora de ambas selecciones no tuvo continuidad en el segundo cuarto. Tras el rápido gol de Guillermo Molina (3-4), el partido  se sumergió en un mar de errores ofensivos por parte de ambos equipos y, sobre todo, por numerosas faltas en ataque.

Montenegro rompería la ventaja española a falta de 4:41 con un gol en superioridad (4-4), momento en el que Daniel López-Pinedo abría el catálogo de paradas magistrales para subsanar el empuje montenegrino y el bajón en el que los de Gabi Hernández se sumían durante unos minutos. Sin embargo, a falta de 38″ para llegar al descanso era Blai Mallarach quien, con un zurdazo de lujo, sumía a España en una nueva ventaja, ventaja que no se vería desmerecida en el último ataque balcánico merced a la actuación, nuevamente, de un gran López Pinedo.

El tercer cuarto se iniciaba con gol de Vivovic y un nuevo empate, en esta ocasión a 5. España perdería una gran ocasión al no lograr marcar en un ataque en doble superioridad pero su errática línea ofensiva en este tramo del partido se compensaba otra vez con una portería casi hermética. Blai volvería, con zurdazo de rosca envenenada, a adelantar a los españoles a 1.09 del final de este tercer cuarto, ventaja que mantendría Español a 9 segundos del final tras el gol en superioridad de los montenegrinos a 34″.

Así las cosas, el último periodo empezó sin goles pero sí con palos de Montenegro. Nadie alteró el electrónico serbio hasta que Fran Fernández – a 4:10- ponía a España, por primera vez en todo el partido, con una ventaja de dos goles a su favor. Las defensas volvieron a ahogar a los ataques y, nuevamente Fran, se mostraba decisivo al robar un balón en doble inferioridad que parecía ser un salto mortal definitivo hacia la victoria del equipo español.

Sin embargo, el último minuto fue fatídico. Una expulsión de Echenique a 1:18 del final del encuentro facilitó el gol montegrino que los situaba uno por debajo. España retuvo el balón en el siguiente ataque e incluso, a 47″ del final, recuperaba un rechace que le daba más oxígeno. Sin marcar España, Montenegro recuperaba el balón a 22″ del final y la expulsión de Marc Minguel en el correspondiente ataque dejaba en superioridad a una Montenegro que la aprovechaba. A cinco segundos del final, Montenegro firmaba la igualada en el electrónico serbio.

Empate a 8 y España y Montenegro que se jugarán la primera posición del grupo -importante por los posibles cruces en cuartos- por diferencia de goles.