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Treinta y seis minutos en pista, cuarenta puntos, 89% de acierto en los 18 tiros libres que lanzó, 11 rebotes ,7 de ellos ofensivos, y una actitud tan decisiva como intimidatoria durante todo el partido fueron suficientes para que un chaval de 34 años y 2.15 de altura, de apellido Gasol y de nombre Pau, enmudeciera a los 27.000 franceses que abarrotaron el Pierre Mauroy de Lille en el duelo de semifinales del Eurobasket 2015 que enfrentaba a España y a Francia. Pau abrió y cerró un partido en el que el catalán fue el auténtico dueño y señor de los aros, del balón y hasta de la grada, a la que hizo callar con su dominio absoluto en el parket galo.  «Le jour de gloire«, ayer, no fue francés.

España estuvo bien situada desde el inicio del partido, aunque no siempre las cosas salieron como se esperaba. Gasol, Llull, Ribas, Rudy y Mirotic dibujaron el primer quinteto español en el pabellón de Lille donde, tras una primera ventaja española en el marcador, éste se inclinaba con el paso de los minutos hacia territorio galo, marcando el mismo un 6-13 que hacía saltar las alarmas en el banquillo español. Sin embargo y a pesar de dos triples de Claver y Ribas que se salían materialmente del interior del aro, la remontada se iniciaba con un galáctico tapón de Pau a Gobert para, tras una genialidad del Chacho, dos balones perdidos de Parker, un espectacular mate de un gran Gasol y un triplazo del Chacho, dejar el electrónico francés con un más templado 17-20.

El segundo cuarto se inició con Pau en el banco, un asiento privilegiado en el día de ayer que Sergio Scariolo pareció temporizar de forma magistral. Tras un inicio igualado y con mínimas diferencias, los de Vincent Collet tomaban nuevamente una ventaja de 5 puntos a falta de poco menos de seis minutos para el descanso (22-27) tras sendos fallos desde la larga distancia de Claver y Nikola Mirotic y un estratosférico triple de Gelabele. Ya con Pau en pista, Francia se iría hasta los seis de ventaja (25-31), pero un uno contra uno exitoso del center español en el poste bajo y un triple de Rudy permitía a la orquesta dirigida por Sergio Llull llegar con desventaja mínima al descanso (32-33).

Tras los primeros veinte minutos, el equipo español sufrió nuevamente el virus del tercer cuarto, perdiendo valor defensivo en lo que a resultado se refiere, no en cuanto a tensión y voluntad, pero manteniéndose en el partido merced a un excelente porcentaje desde la línea de los tiros libres. Francia, que iniciaba los pasos por este tercer cuarto con un triple de Batum, se adueñaba del rebote y conseguía hasta siete ofensivos en estos terceros diez minutos. Francia se fue diez arriba (44-54) tras un parcial de 5-15 para los «bleus», ventaja que los de Sergio Scariolo solo pudieron reducir en dos puntos (48-56) al final del tercer cuarto.

Tras un desesperante y preocupante 52-61 a falta de seis minutos para el final del partido, un nuevo parcial de 10-0 a favor de España permitía una ventaja mínima pero real del combinado nacional a 2.10 para el pitido último (62-61), reafirmando la diferencia poco después por parte de Pau Gasol y un nuevo 1 contra uno exitoso en el poste bajo de la zona azul (64-63). Rudy fallaría el triple que podría haber avanzado la victoria a 47″ pero una falta en ataque de De Colo ante un inmóvil Felipe Reyes – colosal también en Lille- daba la posesión a España, una posesión que culminaría el Chacho Rodríguez con un entrada made in Chacho a 16″ del final. Con la victoria en los labios, los franceses igualaron la contienda (66-66) en tan solo dos segundos gracias a un triplazo de Batum, anotación que no se vería modificada en el posterior ataque español. Había prórroga.

Por un momento dio la sensación que la oportunidad se había perdido, máxime cuando Francia inició su camino por el tiempo extra con un ventaja de tres puntos (72-75). Sin embargo, la defensa española, excelsa y motivada como nunca, encumbró nuevamente a este equipo, empujando a Pau Gasol a poner el lazo de regalo a este magnífico obsequio que el equipo nacional nos daba a todos. Pau echó del parket francés al mismísimo Gobert y un mate español firmado por el pivot de los Bulls puso el compás último a la partitura de un partido en el que, al final, no sonó la Marsellesa (80-75). España estará en la final del Europeo y en los JJOO de Río 2016. Brillantes.