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·Los de Scariolo logran salvar la eliminación merced a un último tiro libre errado por Schröder a 3 segundos del final

·Un tercer cuarto notable da la renta suficiente al equipo español ante una Alemania que murió en el último suspiro.

·A expensas de los resultados, España puede aún ser segunda o tercera en el máximo torneo continental

Ángel Vázquez, @PasaporteJJOO

Estamos en octavos. Eso, posiblemente,sea la nota más positiva del último partido de la fase de grupos que España ha disputado hoy ante la local Alemania. Eso, quizás, y un tercer cuarto que ayuda algo a incrementar el baremo de optimismo de una selección que se ha mostrado claramente mediocre en la mayoría de los duelos de este Europeo, una selección tristona y desangelada que no ha logrado enlazar dos partidos decentes en una complicada fase de grupos.

El partido de hoy, mortal de necesidad, ha tenido su punto de inflexión en un decisivo tercer cuarto al que se llegaba con una manifiesta igualdad. Ahí, cabezona e insistente como nunca, la selección española se batía en duelo ante el imperio germano con un excelso Pau Ribas y un no menos notable Pau Gasol, acompañados ambos por un Chacho que encendía a los aficionados españoles con algún triple antológico y alguna contra magistral. Por el otro lado, el de la oscuridad y la sombra, un Llull desacertado y perdido junto a un Rudy al que la insistencia en su individualidad no le acercaba al éxito. A eso, la Alemania de Schröder y Nowitzki parecía ponerse nerviosa y de la mano de un Chacho certero perdían cierto control del partido.

España defendía como nunca en este Europeo y la ofensiva germana se veía cegada por la brillantez de un quinteto español que supo obligar a los alemanes a jugar hasta el último segundo sus posesiones. Al final, parcial del 18-10 para los de Sergio y los Pau y ventaja de doce puntos (48-60) para encarar con cierto optimismo los últimos diez minutos.

El cuarto se encendió con los arrestos de un Sergio Llull que por fin despertaba, ligando un triple y una media distancia para mantener la ventaja española. Rudy seguía errante y errando, jugando al límite de la provocación de faltas en un intento, finalmente aburrido, por alcanzar un nivel del que ahora mismo parece muy lejano. A poco menos de seis minutos del final Mirotic metía uno de sus dos tiros libres para colocar el 56-66 en el marcador berlinés, diferencia que se antojaba suficiente para gestionar los minutos finales.

Sin embargo, el baloncesto es caprichoso y dos triples seguidos del combinado de los discípulos de Vercingetórix permitieron que estos se colocaran nuevamente en unos pírricos seis puntos (64-70). El tiempo muerto de Scariolo, aunque poco útil, fue una de las decisiones más acertadas en estos últimos minutos del partido.

Alemania se colocaba a 4 a tres minutos del final, eso mientras Llull deshacía lo conseguido en este último cuarto con sendos fallos en el tiro y en una más que retorcida asistencia que nunca fue tal. Gasol fallaba otro gancho y aunque el Chacho se marcaba un triple de lujo (66-73) a 1.50 del final, la sombra de la duda y el juego de claroscuros no daba opción a la alegría sin fin. Dos errores en ataque español y dos triples de los germanos firmaban un terrorífico 72-73 a falta de 16.7 segundos. Llull se resarcía con dos tiros libres a 16 segundos del final que elevaban la cuenta española a 75 por los 72 de Alemania, pero en el último suspiro y con 3.7 en el marcador, los árbitros daban la venia a Schröder sobre la decisión final del partido con tres tiros libres en una jugada, cuando menos, discutible. El base germano metía los dos primeros, pero hasta en el genio y la figura de un gran jugador pesan los nervios y la responsabilidad, y éste erraba en su tercer tiro, el que podía sustraer a Alemania de la más horrible eliminación y llevarla hasta una esperanzadora prórroga. No fue así y Alemania caía o, lo que más nos gusta, España salvaba una bola de partido que hubiera representado la eliminación en el Europeo y, lo que es peor, la segura no presencia de este quinteto en los JJOO de Río 2016.

Esta España ni encandila ni da seguridad, pero entre sangre, sudor y alguna lágrima de angustia, se ha colado en los octavos de final del Europeo. Veremos a ver. De momento, que no es poco, seguimos. [Estadísticas y parciales]