Luna azul en julio, mareas de alto coeficiente en las cantábricas aguas de Navia, casi pleamar a las cuatro de la tarde, mucho trabajo y muchas ilusiones de la Organización  y, por tanto, condiciones óptimas en la Ría de la villa asturiana porque el sábado tocaba competición de aguas abiertas y todo tenía que estar preparado para la disputa de la tercera estación de la Copa de Europa y XVII edición de la Copa Asturias. Representantes de treces países al agua para competir sobre la distancia de 7,5 kilómetros tanto para los chicos como para las chicas, sin que la coincidencia con los Mundiales de aguas abiertas que se están disputando en Kazán resten ni brillantez ni interés a la competición naviense.

Hablando de los resultados, en la carrera masculina la victoria correspondió al neerlandés Pepijn Smits con un registro de 1:25.10’, seguido del italiano Dario Verani y el ruso Alexander Astapov. Destacar que entre los españoles el mejor fue Adrián González que finalizó en quinta posición a tan solo 11 segundos del vencedor, quedando por delante de Roger Rabassa que fue séptimo y de Alberto Martínez, noveno, como mejores nadadores españoles.

Entre las féminas la victoria fue para la alemana Svenja Zihsler, que marcó 1:27.44’, y distanció a la segunda clasificada, su compatriota Sarah Boslett, a 46 segundos, quedando la tercera plaza del podium para la italiana Alisia Tettamanzi. En la competición entre las españolas por ser la mejor hubo sorpresa, ya que Judith Granado, acabando en quinta posición a más de tres minutos de la ganadora, consiguió imponerse a la favorita Luisa Mar Morales que fue octava y a Aida Bertrán que fue novena.

Un año más el buen trabajo realizado por la organización ha tenido su fruto por la brillantez en el desarrollo de la competición, pero el fin de semana no acababa ahí, ya que después de la competición llegaba este domingo la fiesta de la LVIII edición del Descenso a Nado de la Ría del Navia, espectáculo de color y deporte popular donde este año 737 nadadores inscritos representando a nueve países hacían las delicias de los espectadores,  y sobre todo las suyas propias tras disfrutar de la ría y de la natación. Pero esa es otra historia que se viene repitiendo en las últimas décadas y ya forma parte del imaginario popular de la villa de Navia, de la Comunidad Asturiana, y que amenza con seguir invadiendo territorios cercanos y no tan cercanos, como demuestra el hecho de que varios de los medallistas en las aguas abiertas de Kazán han salido bendecidos de este ya milagrosa Ría Naviense.