Fotografía de la vencedora, la ucraniana Laura Asadauskaite ©pentathlon.org

·La catalana es 22ª en una final donde consigue una séptima posición parcial en la prueba de hípica y la novena en la de natación

·Una fallida última serie de tiro  en la prueba combinada condiciona una fantástica competición  

Ángel Vázquez, @PasaporteJJOO

Quien pensara que Marta García Miguel iba a ser una invitada de piedra en la final de la Copa del Mundo de Pentatlón Moderno que se ha celebrado este fin de semana en Minsk (Bielorusia) estaba muy equivocado. El espíritu competitivo de la joven pentatleta española no se lo hubiera permitido.

Es más, en la que ha sido su consagración entre la élite del pentatlón moderno femenino, Marta ha cuajado una fantástica actuación que le ha reportado, al margen de la 22ª posición final, ser la séptima mejor en la prueba de hípica y la novena en la prueba de natación. Ahí es nada.

El talón de Aquiles de Marta volvía a ser la esgrima, y ello a pesar de que conseguía un balance que, aunque negativo (15 victorias y 20 derrotas) era mejor que el de recientes pruebas de Copa del Mundo. En la natación, Marta marcaba un tiempo de 2:15.35 para ser el noveno mejor tiempo de entre las 36 finalistas en esos 200 libres mientras que en la siempre complicada prueba de saltos, la mejor pentatleta española de la actualidad era séptima.

La combinada -tiro y carrera a pie- empezaba muy bien para Marta, con seis intentos con la pistola de láser para acertar las cinco dianas en la primera estación de tiro, regularidad que se rompió en la segunda serie -necesitó diez disparos y 23.49 segundos- pero que volvió a tener en la tercera, con seis intentos y 13.46 segundos gastados. Desgraciadamente, en la cuarta y última serie Marta tuvo que emplear 26.80 segundos en los 12 disparos que necesitó para completar las cinco dianas. Al final, tiempo de 13:39.47 y 25ª posición en la prueba combinada.

Tras la totalidad de las pruebas disputadas,  22ª posición final en el debut de Marta en la competición rey y más elitista del Pentatlón Moderno mundial, la final de la Copa del Mundo. Hay mimbres y un futuro tan real como próximo y certero.