·Vero Boquete sellaba con su gol una brillante primera parte de todo el equipo.

·Corea daba la vuelta al marcador en una segunda parte en la que España estuvo más imprecisa.

·La falta de acierto de cara a gol volvía a condenar a España.

David Gómez

Partido decisivo para esta magnífica generación de futbolistas ya que en su mano estaba poder seguir siendo más grandes aún y conseguir una clasificación histórica para octavos de final. La victoria ante Corea del Sur, en Ottawa, lo aseguraba mientras que la derrota nos dejaba fuera. En el caso de un empate, habría que ver qué pasaba en Moncton entre Brasil y Costa Rica y sacar la calculadora. Todos estos eran los números previos que ponían la salsa a un partido emocionante para el fútbol español.

Ignacio Quereda volvía a confiar de inicio en las mismas jugadoras que tan buena imagen dejaron ante Brasil, dejando bastante potencial ofensivo en el banquillo que podría utilizar en la segunda parte dependiendo de cómo evolucionase el encuentro. Buscaba el técnico español tener la posesión del balón y de inicio lo conseguía, asustando a las coreanas con un par de ocasiones claras para Natalia de Pablos en los 3 primeros minutos.

Tras ese inicio fulgurante el partido entraba en una calma tensa en el que España controlaba el balón sin crear peligro y Corea buscaba sus ocasiones a la contra. Las pocas veces que España presionaba se veían las carencias de las asiáticas para poder sacar la pelota y ese era un factor que tenía que intentar explotar más el combinado español. Ejerciendo esa presión, España robaba balones peligrosos y en uno de ellos, tras una magnifica combinación del mediocampo español, el balón llegaba a la banda izquierda donde Marta Corredera se inventaba un carril por donde penetrar y ceder el pase de la muerte a una Vero Boquete que no fallaba. 1-0 merecido para España que era la dueña del partido y que aún dispondría de otra clara ocasión que salvaba la arquera surcoreana antes de llegar al descanso.

Gran primera parte española controlando el balón en todo momento con jugadas de mucho toque, fútbol serio y con una Ainhoa Tirapu que no había tenido que aparecer para nada.

La segunda parte comenzaba con un jarro de agua fría ya que tras una pérdida de Vicky Losada en el mediocampo, Corea montaba un rápido contraataque que acababa con un remate de cabeza de Cho Sohyun para empatar el partido. El fantasma de partidos anteriores volvía ya que en la primera ocasión del rival encajábamos un gol mientras que España necesitaba muchas ocasiones para transformar uno. Ignacio Quereda comenzaba a mover el banquillo y Silvia Messeguer saltaba al campo por Vicky pero a España le costaba volver a entrar en el partido. Sonia Bermúdez sustituía a una fatigada Natalia y, 5 minutos después, la propia Sonia filtraba un pase que dejaba sola a Marta Corredera que era incapaz de superar a la portera en un claro mano a mano.

El ansia por encontrar el gol perjudicaba al equipo español que perdía su seña de identidad y apenas volvía a circular con criterio el balón, haciendo del partido un correcalles que podía acabar de cualquier forma. Erika Vázquez por Marta Corredera era la última bala que se jugaba Quereda en los últimos 15 minutos pero de nada iba a servir cuando Corea, 3 minutos después, ponía el 1-2 en el marcador tras un centro-chut desde la derecha de Kim Sooyun que pillaba adelantada a Ainhoa Tirapu. En la última jugada del partido, Sonia Bermúdez tenía una falta al borde del área para meter el gol que nos llevaba a un sorteo, ya que Brasil ganaba 1-0 a Costa Rica, pero el balón se estrellaba en el larguero.

Sin duda, esa última jugada reflejaba lo que había sido este Mundial para nuestras chicas. Falta de acierto de cara a la portería contraria que hacía nulo el buen fútbol desarrollado en gran parte de los 3 partidos. En Ottawa finalizaba el sueño español, pero pueden estar más que orgullosas de la imagen y el entusiasmo ofrecido.