– Victoria en sprint reducido del campeón del mundo, el polaco Michael Kwiatkowski

– Valverde, Gilbert y Matthews coronaron el Cauberg en cabeza a 1 km de meta

– Anodino desarrollo de la prueba tras su cambio de recorrido de los últimos años

No pudo ser. Otra vez. Se le resiste la victoria en esta carrera al murciano. Valverde lleva desde 2005 intentando triunfar en las 3 grandes clásicas que se disputan esta semana. Casi siempre en los puestos de honor, la única que se le resiste es la que se disputa en tierras neerlandesas. La razón no es fácil de descifrar. Cada año ha habido un motivo distinto.

Ayer la verdad es que se juntaron dos de las cosas que otros años fallaron: las piernas y la forma de correr. Siempre en los puestos de cabeza, arriesgando para estar bien colocado y con una demostración como las de antaño en el falso llano posterior al Cauberg. ¿Qué faltó? Unos dirán que un poco de suerte en el desarrollo final o en en el sprint. Yo creo que quizás faltó determinación para ser él mismo el que atacase subiendo esa última cota. La realidad es que, tras coronar a rueda de Gilbert y Matthews, un pequeño parón permitió la entrada de un grupo de unos 15 ciclistas que se jugaron la victoria al sprint. El más rápido fue el polaco Kwiatkowski que se aprovechó de la velocidad con la que venía lanzado para vencer a Valverde y Matthews que reaccionaron un poco más tarde. Otro año más delante. Otro año más sin victoria.

La carrera fue anodina, un tedio, aburrida a más no poder. Pese a que el recorrido presenta innumerables lugares donde endurecer y dar espectáculo, no parece que los ciclistas estuvieran ayer por la labor y casi todos prefirieron jugar sus bazas en la subida final. También estuvo delante Dani Moreno, demostrando estar en buena forma para la Flecha Valona donde compartirá jefatura con Joaquín Rodriguez. Será el miércoles, en un nuevo capítulo de la Semana de las Ardenas.

Clasificación Amstel Gold Race