Bandera murciana en el muro de Huy
– Tercera victoria de Alejandro Valverde en la clásica valona
– Dani Moreno y Purito Rodríguez también concluyen entre los 5 primeros
– Múltiples caidas en los últimos kilómetros con Gilbert y Froome entre los más afectados
Huy es un escenario especial. Alberga el final de una clásica histórica y es referente pionero en lo que últimamente ha sido una moda demasiado habitual: final en muro. Pero el ciclismo moderno no incita a fijar recorridos con un final así porque los ciclistas son conscientes de que su victoria consiste en reservar el mayor número de fuerzas para el kilómetro final por lo que los 200 anteriores suelen ser un tedio soporífero. ASO, organizadora de la carrera, consciente de esta situación intenta incluir cambios en el recorrido que den algún aliciente pero no logran conseguirlo.
La última novedad incluida es una dura cota a escasos 5 kms del final que se estrenaba este año. Quizás pilló por sorpresa a los corredores pero parece un cambio a consolidar porque puede abrir un abanico de opciones distintas al habitual. No lo logró este año, más que nada porque a esa zona llegaron más de 150 ciclistas en el pelotón cuando el recorrido presenta dureza suficiente para reducir ese número a la cuarta parte perfectamente. Así las cosas, lo único destacable antes de la subida final fue la cantidad de caídas que arruinaron las opciones de algunos grandes corredores como Gilbert, Froome o Martin.
Bajo la pancarta que señalaba los últimos 1.000 metros, aproximadamente unos 50 corredores permanecían aún en el grupo principal. Ninguno de ellos vio el momento de atacar. Extraño. Curioso. Incluso, obsceno. Pocos segundos después ocurrió algo que apenas se ve en el ciclismo actual: Alejandro Valverde, máximo favorito a la victoria, se puso en cabeza marcando el ritmo que más le convenía durante la ascensión. Ejerció de líder y seguramente, también, de intimidador. Nadie hizo ni el más mínimo intento de cambio de ritmo, ni siquiera el Katusha que tenía a Moreno y Rodríguez entre los primeros puestos. Todos le miraron impasibles hasta que el murciano encontró su distancia a poco más de 100 metros del final. Ahí es imbatible.
Clasicómano por obligación, Valverde labra un palmarés espectacular que pudo, puede y podrá ser aún mejor. Mientras tanto, tiene una oportunidad única el próximo domingo para ampliarlo en la Lieja- Bastoña-Lieja que pondrá final a una semana que sigue siendo la más fructífera para el ciclismo español.
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