El fútbol masculino español no estará en Río 2016
- Serbia se ha impuesto por 1-2 y deja a España sin Juegos Olímpicos.
- España tampoco podrá reeditar los títulos europeos conseguidos en 2011 y 2013.
- Isco, la única luz en un equipo muy gris.
España ha caído derrotada (1-2) esta tarde en el partido de vuelta del playoff de acceso a la fase final del Europeo sub’21 y, por tanto, no estará ni en ese campeonato de la República Checa ni en el torneo olímpico de Río 2016. Serbia ha sabido jugar mejor sus bazas y, tras conseguir un gol afortunado en la primera parte, se ha defendido con orden en la segunda; ya en el descuento, se ha sobrepuesto a un postrero gol español para volver a golpear y certificar su clasificación con una victoria.
Después de una fase de clasificación casi inmaculada, la selección sub’21 que saltó esta tarde al césped del Ramón de Carranza tiene muy poco que ver con el equipo que comenzó su camino de manera apabullante hace poco más de un año. España ha llegado al momento clave del campeonato con un seleccionador sin experiencia y varios de sus mejores jugadores convocados con la absoluta, y ha terminado cayendo a manos de un bloque, el serbio, seguramente con peores individualidades, pero también mucho más trabajado. En este triste desenlace ha tenido mucho que ver la ineficacia goleadora de un equipo que se quedó sin su principal baza ofensiva durante la fase de grupos, el hoy Juventino Álvaro Morata (8 goles en 6 partidos), por una tarjeta vista en el minuto 96 del partido de ida. Una amarilla por una tontería que, como el propio delantero dijo tras el encuentro, habría evitado de haber sabido que estaba apercibido. Porque lo estaba y ni él ni nadie del cuerpo técnico o del resto de staff federativo cayó en la cuenta del detalle, algo que dice bien poco a favor de todos los implicados. Consumado el inexcusable error, tampoco hubo cintura para bajar al otro gran delantero español en edad sub’21, Paco Alcácer, desde la absoluta, ni siquiera después de haber comprobado el pasado viernes el gran nivel defensivo de esta selección serbia. Aunque tras la derrota en Eslovaquia el partido del domingo era muy importante para España, creo humildemente que Del Bosque tenía en su equipo pólvora suficiente como para batir a Luxemburgo sin excesivos problemas.
Es cierto que ni Morata ni Alcácer hubieran garantizado nada, pero al menos tendríamos la certeza de que se había contado con todas las armas posibles. En cualquier caso, el mayor problema no ha estado ahí arriba. No se puede pasar por alto el escaso protagonismo asumido por los jugadores que, con unos u otros delanteros, deberían haber sido los líderes de la selección sub’21: ni Muniain ni, en menor medida, Deulofeu han sido capaces de echarse el equipo a las espaldas, seguimos esperando a Sergi Roberto y sólo Isco ha intentado aglutinar el juego ofensivo en torno a su figura, aunque sin acierto. El planteamiento táctico de Serbia ha sabido atarlos en corto casi en todo momento y ni ellos ni el banquillo español han sido capaces de encontrar la manera de soltarse y ser productivos. A partir de todo lo expuesto, es evidente que la selección balcánica ha superado esta eliminatoria con todo merecimiento, y también lo es que en el seno de la RFEF habría que sentarse a pensar qué se está haciendo mal: sin Mundial sub’20, sin Juegos Olímpicos y con una sub’17 que lleva cuatro años alejada de las fases finales, es obvio que no todo puede ser fruto de una serie funesta de casualidades.
Pero vayamos con el partido. De entrada, fue Munir el elegido por Albert Celades para jugar en punta; además, el seleccionador alineó al valencianista Gayá como lateral izquierdo en detrimento de Alberto Moreno, que ni siquiera se sentó en el banquillo. El técnico serbio, Radovan Curcic, también introdujo dos novedades en el once con respecto al partido de ida, ambas en defensa: Pantic, el central del Córdoba, por sanción, y el lateral derecho Petkovic, por lesión, dejaron su sitio a Cirkovic y Stojkovic. Las dos selecciones arrancaron con muchas precauciones y por ello la primera ocasión se hizo esperar: llegó en el minuto 12 y fue consecuencia de un robo de Muniain y Sergi Roberto en el centro del campo. Isco culminó la acción con un disparo desde dentro del área que salvó el meta Dmitrovic. Como en la primera parte del encuentro de ida, Serbia esperaba en su campo y no era capaz de desarrollar contraataques, pero tampoco sufría demasiado en defensa. España movía el balón con paciencia, con Deulofeu y Gayá o Muniain muy abiertos, aunque no conseguía desordenar el entramado defensivo serbio.
En ese tramo de partido, la opción más clara para España la tuvo Sergi Gómez en el minuto 21 cuando, en una segunda jugada después de una falta lateral, se quedó solo delante del portero, pero su control no fue bueno y acabó disparando al muñeco. A su manera, Serbia controlaba el encuentro y, a la media hora de juego, encontró su premio con un buen contragolpe lanzado por Kostic tras zafarse brillantemente de dos rivales en el centro del campo. Pesic se adentró por el costado izquierdo del área, centró raso y el desafortunado despeje de Gayá golpeó en Saúl Ñíguez, batiendo a Kepa. España acusó el golpe unos instantes, pero pronto se volcó con más insistencia sobre el marco rival y encerró a Serbia en su área. Mucho más cómodo en esa zona del campo, Isco tiró de repertorio y comandó un par de acciones que la zaga balcánica solventó con apuros, antes de que el colegiado alemán enviara a los dos equipos a los vestuarios.
España tenía cuarenta y cinco minutos para anotar dos goles y se lanzó al ataque desde el arranque, aunque Serbia consiguió desembarazarse pronto de esa presión inicial. A los diez minutos de la reanudación Sandro Ramírez sustituyó a Muniain, que se dañó el hombro tras una dura entrada de Stojkovic. Con total libertad de movimientos, Isco trató de mover el árbol serbio y de sus botas nació la inmejorable oportunidad de Sandro, que, tras una genial maniobra en el interior del área, envió su disparo colocado a la cepa del poste. Para entonces, minuto 65, Sarabia había sustituido ya a un enfadado e improductivo (un día más) Deulofeu, y poco después Celades agotó los cambios dando entrada a Óliver Torres por un central, Muniesa.
Los últimos veinte minutos fueron de acoso casi total a la puerta de Dmitrovic, que reaccionó bien a un disparo de Isco y a un cabezazo de Saúl en el córner subsiguiente, en el minuto 75. Con las prisas y los cambios España dio más sensación de peligro, pero fallaba casi siempre en el último pase o en el último regate y, cuando conseguía penetrar en la tupida defensa serbia, se encontraba con alguna pierna que taponaba en el último momento las opciones de disparo. El partido se acercaba inexorablemente al final pero, ya en el descuento, cuando apenas quedaba tiempo, un pase interior de Sergi Roberto acabó dentro de la portería casi por accidente. Por un instante España creyó tener opciones de remontada; de hecho, Munir llegó a tener una oportunidad de remate en el área pequeña en el minuto 92, pero falló y, en el contragolpe, Kostic sentenció el choque con el 1-2.
La fase final de este Campeonato de Europa sub’21 se celebrará del 17 al 30 de junio en la República Checa. Los cuatro semifinalistas del torneo conseguirán su billete para disputar el torneo olímpico de fútbol masculino en Río 2016.
ESPAÑA: Kepa; Manquillo, Sergi Gómez, Muniesa (-69, Óliver Torres), Gayá; Saúl, Sergi Roberto, Isco; Deulofeu (-62, Sarabia), Munir, Muniain (-55, Sandro).
SERBIA: Dmitrovic; Stojkovic (-64, Filipovic), Cirkovic, Veljkovic, Petrovic; Kostic, Kovacevic, Radoja (-85, Mijailovic), Causic, Srnic; Pesic (-71, Cavric).
ÁRBITRO: Felix Zwayer (Alemania). Amonestó a Causic (SRB, min. 19); Srnic (SRB, min. 20); Muniain (ESP, min. 51); Stojkovic (SRB, min. 53); Veljkovic (SRB, min. 72); Cirkovic (SRB, min. 79); Sergi Roberto (ESP, min. 86); Kostic (SRB, min. 90+4); Isco (ESP, min. 90+6).
GOLES: 0-1 Saúl (ESP, min. 31, p.p.); 1-1 Sergi Roberto (ESP, min. 90+2); 1-2 Kostic (SRB, min. 90+3).
ESTADIO: Ramón de Carranza (Cádiz).
2 Comentarios »
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Una pena, pero como bien dice el artículo, hay que revisar lo que se está haciendo mal. Por desgracia la época mágica que se ha vivido en el fútbol se ha acabado, no se está acabando, se ha acabado y toca tirar de tópicos, renovarse o morir. Lo triste de la situación es que la selección sí tiene mimbres suficientes de calidad para seguir estando arriba. El sistema de juego de posesión de balón ha sido un éxito, pero ya es muy conocido, pero sucede con este y con todos los sistemas, así ocurrió con otros sistemas antaño. ¿De que sirve tener el 71% de posesión si al final el rival te gana?. Ante una defensa rocosa, ¿no se dispone de un plan B?, somos tan previsibles que plantear los partidos contra España en cualquiera de sus categorías se solventan con un rival con cinco centrocampistas escalonados con ayudas constantes de la defensa y jugando sólo en mitad de campo…y así ni siquiera el rival se cansa. Decepción esperada y ojalá sirva para replantearse el futuro del deporte mayoritario de este país.
Hola David, gracias por comentar. Creo que el problema, más que de estilo o alternativas, es que no se juega bien. No hay un centrocampista capaz de ordenar el juego y tampoco movimientos de triangulación que permitan superar rivales. Al final todo se basaba en conducciones de Isco y eso es fácil de defender, sobre todo si el malagueño no aparece cerca del área. Faltó mucha movilidad, en general, y así es imposible crear huecos en una defensa de un nivel más que aceptable, como la serbia.