– El murciano impone el ritmo en la subida, responde a los ataques y vence en la línea de meta

– Sensacional actuación de Contador que disipa todas las dudas sobre su rendimiento en esta Vuelta

– Pequeña muestra de debilidad del colombiano Quintana dentro del último kilómetro de ascensión

«Como decíamos ayer…». Vuelve, siempre vuelve. Nos empeñamos en enterrarle y él se empeña en resucitar. Alejandro Valverde volvió a demostrar una vez más que es un corredor singular, único y, seguramente, irrepetible en nuestro ciclismo. Etapa y liderato. 11ª victoria del año. Y lo que queda…

La etapa volvió a ser un muermo que aleja al espectador de la carrera. Fuga consentida de dos valientes y desidia en el pelotón que no mostró hasta el final ningún interés en atraparlos. Todo se redujo a los últimos 3 kms. de etapa: una recta durísima por encima del 10% de desnivel que sirve de cortafuegos para el pueblo de La Zubia.

Valverde cogió la cabeza e impuso un ritmo alto que mostró las carencias del resto del pelotón. Pareció claro en ese momento que el murciano no era el líder del Movistar. Quintana iba a su rueda indicándole el paso adecuado. Dejó atufados a todos los rivales que no hicieron ningún ataque en la subida… hasta que «Purito», en su terreno, vio la pancarta de meta a lo lejos y arrancó. Para sorpresa de todos, el único que salió a por él fue el propio Valverde…

Como quiera que «Purito» no tenía fuerzas y Valverde contaba por detrás con su líder Quintana, tanto el colombiano como Contador y Froome se acercaron a los dos españoles. Fue entonces cuando se vieron las fuerzas de cada uno: Valverde arrancó para llevarse la etapa, Froome y Contador le siguieron demostrando que sus lesiones están olvidadas mientras que Rodríguez y Quintana perdieron unos segundos que evidencian que aún les falta un puntito.

La conclusión más importante de todo este relato es evidente: se queda una Vuelta preciosa. Y más preciosa debería estar si, como debería ser, tras la contrarreloj, Froome se pone de líder con cierta distancia respecto a los demás. Tenemos 5 de los 10 mejores corredores del mundo luchando por la victoria, cada uno con sus armas pero sobre todo, con algo que es vital (y poco habitual) en el ciclismo: incertidumbre. Ni en los mejores sueños se pudo imaginar el organizador una situación de carrera así…

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