La joven África brilla en la vieja Europa
·Espectacular oro para África Zamorano en los 400 estilos.
·África y Carmen Balbuena se cuelan en las finales de mañana de 200 espalda y mariposa respectivamente.
·Plazas de finalista para Laura Rodríguez y Paula Ruiz en los 800 y ambos relevos 4×100 libres.
Carlos Manuel Pérez, @capebar
Primera jornada de los Campeonatos de Europa júnior de natación que desde hoy y hasta el próximo domingo se van a estar disputando en la ciudad holandesa de Dordrecht. Amplísima representación de los nuestros en este primer día de competición y como es habitual en estos casos con noticias de todos los colores.
Lo mejor de la tarde vino, como no, de parte de África Zamorano (1998) que en la prueba de los 400 estilos arrasó todo lo que se le puso por medio, comenzando por sus rivales, siguiendo por su registro personal y finalizando por la MMN 16 en poder de Bea Gómez hasta el día de hoy, fulminada por unos tres segundos. Por la mañana con el modo ahorro de energía activado ante lo ajetreado que se presentaba el día, clasificó con el tercer mejor registro para la final. Ya se vislumbraba una dura lucha con las británicas, que por la tarde tornó en un cara a cara espectacular con Rosie Rudin, que pese a dominar los tres primeros estilos se vio sobrepasada por la catalana tras nadar el crol unos dos segundos y medio más rápida que ella. El tiempo de África fue de 4.41’96’’ que la sitúan en un territorio no explorado por la mayoría de las grandes estrellas europeas de la disciplina a su edad.
Sin embargo no fue ésta la única alegría de la prueba ya que Natalia Peña (1998) también clasificó para la final donde fue finalmente séptima, aunque empeorando sus 3.51’16’’ conseguidos por la mañana. Dicha actuación supone la doble buena noticia de la mejora de su mejor registro personal y de la acreditación de buena forma para las pruebas de espalda. Por la mañana las series también acogieron a Rosa María Maeso (1998) con 4.58’13’’ y María Alcaide (1999) con 5.00’75’’, aceptable la primera y decepcionante la segunda tras nadar unos ocho segundos más lenta que lo había hecho este año.
La prueba de los 800 metros en su versión femenina lleva varios Campeonatos dándonos grandes alegrías, y la cita de Dordrecht no podía ser menos aunque en esta ocasión no aparecieran las medallas. Por la mañana en la serie lenta, Paula Ruiz (1999) dominaba a sus rivales con el buen tiempo de 8.48’63’’ y un bocado de más de dos segundos a su mejor registro personal. Expectante Paula ante lo que pudiera suceder por la tarde pudo ver como Laura Rodríguez (1998) se exhibía en una magnifica demostración para acabar en una fantástica quinta plaza con el registro de 8.42’38’’ a tan solo unas siete décimas de la medalla. Laura confirma así sus buenas maneras ya demostradas el año pasado cerrando su etapa júnior con una rebaja de seis segundos a su marca e instalada en el podio hasta el paso de los 500, mientras tanto Paula observaba como su registro matinal le otorgaba la sexta posición final con el Campeonato del próximo año para resarcirse.
Las últimas balas de los nuestros llegaban de las finales de los relevos cortos en estilo libre. Por la mañana tantos los chicos como las chicas habían cumplido a la perfección colándose en sendas finales con marcas que parecían altamente competitivas. Por la tarde y comenzando con los chicos, compitieron bien y tuvieron opciones de podio hasta el último momento. Al final no pudieron escapar de la sexta plaza aunque a menos de medio segundo del podio copado por británicos, alemanes e italianos. 3.22’73’’ fue su muy apreciable registro gracias al buen trabajo de Juan P. Marín, Joan Casanovas, Alejandro Migueles y Guillem Pujol.
Por su parte las chicas calcaron el sexto puesto de sus compañeros gracias a la participación de Sandra Pallarés, Carmen San Nicolás, Elisa Sánchez y Carmen Rico. Destacar que en este caso el podio quedó muy lejos, a pesar de que la prestación de las nuestras fue mejor que la ofrecida en las series matinales de la prueba individual, dejando como sumatorio de todo ello 3.52’05’’ en una prueba dominado por un soberbio relevo ruso.
La jornada de tarde también trajo la alegría de Carmen Balbuena (1999) que tanto en las series matinales de los 200 mariposa, como en la semifinal vespertina logró pasar ronda con sendos mejores tiempos. Por la mañana llevó su crono hasta 2.11’79’’ que supone una mejora en su registro personal de tres segundos y la segunda marca europea del año tras la húngara Juhasz, con quien se cruzará en la final. Aguardemos los sucesos de mañana, donde probablemente Carmen no tenga demasiado guardado y alguna de sus rivales sí. Pero otra medalla puede volver.
Peor suerte corrió en la misma prueba Carmen Rico (1998) que se quedó a una miserable centésima de entrar en la final, empeorando precisamente por la tarde una centésima para acabar en 2.16’17’’. Rico se quedaba así a un segundo de su registro personal del año y casi dos de lo conseguido el año pasado. Destacar la actuación de Irene García (1998) y Laura Rodríguez (1998) que con 2.16’84’’ y 2.17’46’’ mejoraron claramente su marcas clasificando en la undécima y duodécima plaza y solo fuera de las semifinales por cupo de países ante la superioridad de las Cármenes.
Llega el turno de las semifinales de los 200 espalda, que pasa por ser junto a la corta de estilos la prueba favorita de África Zamorano. De nuevo volvía a activar el modo de ahorro energía, porque para estar en la final solo marcó 2.13’98’’, pasando así a la final con el cuarto mejor tiempo, y con duelo frente a rusas en el horizonte, donde emerge la gran Ustinova y le menos grande Prikhodko. Quizás entre ellas encuentre Zamorano acomodo en el podio, con permiso de las alemanas. Desafortunadamente Natalia Peña no pudo volver a colarse en otra final y con 2.17’63’’ mostró el cansancio acumulado en su dura jornada de trabajo.
La jornada de mañana también deparó además de los preámbulos de las alegrías ya contadas, otra parte menos positiva para algunos de los nuestros y con ello en varios casos la negación de la posibilidad de acceder a disputar bien semifinales o finales en la jornada de tarde. Las primeras que entraron en competición fueron las chicas del 100 libre, aunque sin demasiada suerte en su competición. La mejor de ellas volvió a ser este año Sandra Pallarés (1998) con 58’05’’, por delante de Elisa Sánchez (1998) con 58’21’’, siendo el tercer lugar para Carmen San Nicolás (1998) con 58’79’’, las dos primeras tuvieron muy cerca el acceso a las semifinales, sobre todo en el caso de la primera que nadó a prácticamente un segundo de su mejor marca personal.
El fondo masculino tampoco tuvo un buen comienzo para los nuestros con la prueba de los 400 libres, ya que ni Marc Vivas (1997) ni Francisco Bleda (1996) tuvieron camino abierto para disputar la final, el primero de ellos fue el más entonado con 3.57’50’’ con la consecuente decimoséptima posición, el segundo paró el crono en 4.00’10’’ y muy lejos de una buena actuación.
El que no consiguió pase a semifinales tampoco fue Javier Romero (1997), sin embargo el joven espaldista usó la distancia de los 100 para mejorar su crono personal hasta 57’16’’, un buen pellizco que debe aportarle moral para sus siguientes compromisos siempre teniendo en cuenta que atraviesa tan solo su primera temporada como júnior.
Esto ha sido todo en una intensa primera jornada que no es más que preámbulo de una segunda que puede ser todavía mejor.
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