Phil Mickelson se alza con el Open Británico con una jornada final de ensueño
· El californiano logra su 5º Grande con 3 golpes de ventaja sobre el sueco Henrik Stenson
· Un Open Británico en el que los españoles han sido grandes protagonistas durante las 3 primeras jornadas
· Miguel Angel Jiménez, que fue lider al termino de la 2ª jornada, termina como mejor español en 13ª posición
Parecía que todo estaba predestinado para que Lee Westwood, uno de los mejores jugadores sin un Grande, pudiese romper el maleficio. Llegaba a la jornada final con 3 golpes bajo par y 2 de ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores, Tiger Woods y Hunter Mahan siendo estos los 3 únicos jugadores que todavía estaban por debajo del par del campo. Antes de todo recapitulemos lo sucedido en días anteriores para ver cómo llegamos a esta situación.
En la jornada inaugural 20 fueron los jugadores que lograron terminar bajo par. Comandados por Zach Johnson que logró firmar una tarjeta de 66 golpes, la jornada era totalmente esperanzadora para los intereses españoles ya que 3 de los nuestros conseguían superar la dureza de Muirfield y terminar bajo par. Rafael Cabrera Bello 2º a 1 golpe del líder, Miguel Ángel Jiménez 4º a 2 golpes y Gonzalo Fernández Castaño 15º a 4 del liderato. Los otros 3 españoles, Sergio García, Eduardo de la Riva y Álvaro Quirós marchaban más retrasados debido en parte a jugar en el más complicado turno de tarde.
La segunda jornada era todavía más prolífica para los nuestros ya que Miguel Ángel Jiménez concluía la misma como líder en solitario tras firmar el par del campo. Ya sólo 9 jugadores permanecían por debajo del par del campo, uno de ellos el canario Rafael Cabrera-Bello que con 1 bajo par en el total afrontaba el fin de semana en 6ª posición. Peor le fueron las cosas a Gonzalo Fernández Castaño que firmaba un 79 que le alejaba de los puestos cabeceros aunque le permitía superar el corte. Algo que también lograban Eduardo de la Riva y Sergio García mientras que el gaditano Álvaro Quirós se quedaba a 1 golpe de lograrlo y se veía obligado a hacer las maletas.
Llegaba el conocido como día del movimiento, aquél en el que se decide quienes están en la lucha por la victoria en la jornada del domingo. Día agridulce para el golf español ya que si bien Sergio García firmaba la mejor tarjeta del día, junto a las Hunter Mahan y Richard Sterne, y conseguía ascender a la 13ª posición, nuestros dos abanderados hasta el momento se las veían y se las deseaban para poder mantenerse a salvo en el Open. Jiménez firmaba un 77 que le dejaba empatado con Sergio mientras que Rafa tras firmar un 76 se quedaba un golpe por detrás. Estas eran nuestras 3 bazas para la jornada final, a la que se llegaba como ya comentábamos con únicamente 3 jugadores por debajo del par del campo el mencionado Lee Westwood con 3 bajo par y los norteamericanos Tiger Woods y Hunter Mahan con 1 bajo par.
Ya avisó al término de la tercera jornada el bueno de Miguel Ángel Jiménez que el que terminase por debajo del par se llevaría el torneo y sus cálculos no se equivocaron. Era una tarea difícil pero no imposible para los españoles, aunque ya desde los primeros hoyos se vio que no iba a ser el día en que los españoles volviesen a conquistar un Grande. Qué lejos queda ya la victoria de Olazábal en el Masters de Augusta de 1999.
Mediada la jornada parecía que Westwood controlaba bien los nervios y podía alzarse con la Claret Jug, jarra de plata maciza con la que se premia al ganador. En ese momento surgió en el liderato la figura de Adam Scott que se situaba en cabeza con 4 birdies entre los hoyos 7 y 11 para situarse en solitario en cabeza con 2 golpes bajo par. Aquí se acabó el sueño de “Lefty” que vio como no conseguía ningún birdie desde el hoyo 5 para sí sumar 4 bogeys en estos 13 hoyos finales.
Cuando parecía que Scott tenía la situación medianamente bajo control y que podía ganar el Open Británico después de haberlo perdido de manera incomprensible el año pasado a manos de Els, volvieron a aparecer los fantasmas para el australiano. Todo lo que había ganado del 7 al 11 lo perdía del 13 al 16 firmando 4 bogeys consecutivos.
Toda esta situación la supo aprovechar a la perfección Phil Mickelson, el zurdo de California, que se había colocado bajo el par del campo con birdies al 13 y al 14. Observó como todos sus rivales iban cediendo golpes en Muirfield y se quedaba en lo alto de la tabla. No contento con esto Phil terminó a lo campeón con birdies al 17, donde dijo que pego las 2 mejores maderas de su vida y al 18 para colocarse líder en casaclub con 3 golpes bajo par y 3 de ventaja sobre los perseguidores que aún afrontaban el final del campo. No solamente nadie se pudo acercar a los guarismos de Phil, sino que nadie más pudo terminar el torneo por debajo del par del campo. Mickelson había firmado la mejor tarjeta del día con 66 golpes, 5 bajo par, e igualado la mejor del torneo junto a la de Zach Johnson en la jornada inaugural. Phil que salía únicamente con un golpe de ventaja respecto a Jiménez y García y 5 de desventaja sobre Westwood demostró que las últimas rondas del Open Británico son muy largas y que si juegas bien todo es posible.
En segunda posición terminaba Henrik Stenson con el par del campo. Se da la curiosidad que ambos jugadores se enfrentaron en el Open de Escocia de la semana pasada donde ganó Mickelson y el sueco quedó en 3ª posición poniendo una vez más en debate cual es la mejor manera de afrontar u grande, sí con descanso o jugando. Es un debate que existe y seguirá existiendo aunque en esta ocasión los partidarios de jugar la semana previa pueden sacar más pecho que los primeros. En tercera posición con 1 golpe sobre el par del campo terminaron el australiano Adam Scott y los ingleses Ian Poulter y Lee Westwood. Un golpe más atrás terminó el número 1 del ranking mundial, el estadounidense Tiger Woods que sigue cómodamente al frente de dicho escalafón.
Con esta victoria Mickelson se convierte en el segundo jugador zurdo que conquista el Open Británico, asciende al 2º puesto del ranking mundial y se alza con el que es su 5º Grande. Este Open se suma a los 3 Masters de Augusta de 2004, 2006 y 2010 y al PGA Championship de 2005 por lo que sólo le queda conquistar el USOpen donde ya ha sido 6 veces segundo, la última esta temporada, para completar su particular Grand Slam. Además conquista el segundo links de su vida en apenas 7 días, siendo esta su tercera victoria en suelo europeo ya que en 1993 con apenas un año como profesional ya se alzó con el Tuornoi Perrier de París, del Challenge Tour.
Respecto a los españoles la jornada final no hizo justicia al gran torneo realizado por los nuestros que hasta el final de la tercera jornada siempre tenía a un español entre los 5 primeros clasificados. El mejor fue Miguel Ángel Jiménez que con 289 golpes terminaba en 13ª posición a 8 golpes del ganador. Un golpe más atrás, Eduardo de la Riva terminaba en 15ª posición tras firmar una excepcional jornada final. Este es el mejor resultado de un español en su debut en un Grande, si bien es cierto que el debut de De la Riva se ha producido a una edad tardía ya que comparte generación con Sergio García y Gonzalo Fernández Castaño. Un golpe por detrás y en 21ª posición encontramos a Rafael Cabrera-Bello y a Sergio García que no pudo repetir la victoria que aquí lograse en 1998 en el Open Británico Amateur. Era un torneo y un campo que le venían como anillo al dedo pero en el que no ha podido demostrar todo lo que lleva dentro. Nuevo top 25 y el hecho de que ningún español haya conseguido entrar en el top 10 a pesar del gran torneo de muchos de ellos pone más de manifiesto lo difícil que es lo que ha hecho Sergio a lo largo de estos años con 18 top 10 en los Grandes. Además continua la racha de ser el jugador en activo con más presencia consecutivas en los 4 Grandes, elevándose ya a 57 sus presencias de manera consecutiva. El 5º español en la tabla clasificatoria fue el madrileño Gonzalo Fernández-Castaño que terminó con 295 golpes en 54ª posición, marchándose de Muirfield con un sabor agridulce porque sus expectativas eran mucho mayores.
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