·Nadal vence en tres sets a un valiente David Ferrer

·El de Manacor consigue el 57º título de su carrera mientras David juega su primera final de Grand Slam

·Siete títulos en nueve finales para los nueve torneos disputados tras siete meses de recuperación

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Tanto monta, montaba tanto, pero el gato al agua se lo acabo llevando el de siempre, Don Rafael Nadal, el rey de Roland Garros que incorpora, desde hace apenas unos minutos, la octava corona de un torneo parisino al que parece cambiarle el nombre.

El de Manacor tenía enfrente a un brillante David Ferrer, un David que había llegado a su primera final de Grand Slam tras deshacerse de Tommy Robredo y Tsonga en cuartos y semifinales respectivamente sin perder un solo set. El de Jávea lo intentó, presionando desde el primer momento, intentando crear algo nuevo con lo que sorprender a Rafa, pero no pudo ser. Apareció la lluvia y hasta un «espontáneo» manifestándose en la pista gala, pero nada haría cambiar el rumbo del partido. Rafa venció con relativa comodidad en una nueva final y con un global de 63,62,63 deshizo el sueño de David.

Con este octavo Roland Garros, el balear consigue su 57º título, 12º Grand Slam, y se erige como el primer tenista de la historia en conseguir ocho veces un mismo Grand Slam. Además, para los que dudaban, Rafa firma un global de siete títulos conseguidos en las nueve finales disputadas de otros tantos torneos, todo ello tras siete meses de ausencia de las pistas por lesión. Ahí lo dejo.